En algunas ocasiones visualizo a las personas que vienen a visitarme antes de venir e incluso lo que sienten. Puede ser que sientan tristeza, culpa, rabia o miedo, siento lo que proyectan hacia el exterior y en lo que se están enfocando más fuertemente.
Es curioso que cuando más me pasa es precisamente en los talleres en los que trato temas de crecimiento espiritual-personal. En estos talleres hemos desarrollado técnicas, dinámicas, meditaciones, rueda, ejercicios y terapias energéticas. Hemos emitido mantras, danzado y recibido canalizaciones con mensajes realmente preciosos y beneficiosos.
Cenando sentí una sensación de confusión, me sentí perdida y desorientada, sé que no era mío.
celi lara
Conocí a Pepi en un retiro de los que solemos hacer, acompañaba a una chica que formaba parte del taller. Ya cenando sentí una sensación de confusión y perdida de desorientación, sé que no era mío. Cerré los ojos y la pude ver fuera, triste como si su tristeza y malestar no le permitiera acompañarnos y como si necesitara aire. Supe que su bloqueo energético era una resistencia interna al maravilloso cambio de conciencia que iba a experimentar. Su amiga fue a buscarla y ya en la mesa procedí (sin que nadie se percatara) a limpiar el aura, desbloquear algún chakra y armonizar, cargar energéticamente todos sus cuerpos.
Pepi pasó un retiro muy positivo, algo que sintió le hizo venir a los talleres ya en el centro. Poco a poco fue aceptando ese cambio que se daba interno. Sentía que estaba acompañada de personas que sentían la llamada interna como ella y podía compartir lo que quería sin sentirse juzgada e iba entendiendo su origen y proceso de consciencia. Descubría sus dones y talentos y su potencial, las técnicas para desarrollar su GPS interno y crear su vida sin dejarse arrastrar por las mareas externas.
Plenitud infinita en conexión con el Universo
Un día después de una meditación canalizada en la que conectábamos con el ser superior, nos sorprendió a todos empezó a visualizar unos colores o energías, uno lo sintió como el ser superior. Nos relataba que sintió dentro como una plenitud infinita en conexión con el universo y todo lo que vive y existe y con el todo. Las imágenes se sucedían y la experiencia le hizo emocionarse de tal forma que lloró y sentí la necesidad de abrazarla.
Esta experiencia le cambió completamente, se sentía segura y confiada y sus decisiones y experiencias a partir de ahí también para positivo. Lo más curioso es que hicimos fotos del grupo de recuerdo el día de la meditación y en las fotos surgieron orbes (bolas blancas y alguna energía de luz que se movía como una estrella fugaz) fue de tantas experiencias maravillosas que vivimos cada quince días y que nos alimenta el alma.
Celi Lara