¿Intuición o ansiedad?

¿Intuición o ansiedad?

Cómo diferenciarlas para tomar decisiones más claras

En los procesos de crecimiento interior es común preguntarse si una sensación viene de la intuición o de la ansiedad. Ambas pueden parecer similares al principio, pero su origen y su impacto emocional son completamente diferentes. Aprender a distinguirlas te ayuda a tomar decisiones más alineadas y a confiar en tu percepción interna sin miedo.

La intuición es una señal tranquila. No argumenta ni presiona. Llega como una sensación suave de certeza, un “esto es” que aparece sin ruido mental. Incluso cuando la intuición advierte algo importante, lo hace desde la calma: ofrece claridad, no tensión.

La ansiedad, en cambio, nace del miedo anticipado. Se siente urgente, acelerada, insistente. Trae pensamientos repetitivos y necesidad de control. No guía: empuja. Su energía está más en la cabeza que en el cuerpo.

Una forma práctica de diferenciarlas es observar el efecto inmediato de la sensación.
Si lo que sientes te lleva a la calma, aunque la decisión sea desafiante, suele ser intuición.
Si te deja agitación, confusión o necesidad de actuar impulsivamente, probablemente es ansiedad.

También ayuda conectar con el cuerpo. La intuición se percibe como apertura: respiración amplia, pecho relajado, claridad interna. La ansiedad se siente como cierre: tensión, aceleración o incomodidad.

Para afinar este discernimiento, dedica unos minutos diarios al silencio. Respira profundo, lleva la atención al corazón y formula la pregunta que te preocupa. La respuesta intuitiva aparecerá como una dirección serena y estable, nunca como una obligación.

Diferenciar ambas voces fortalece tu canal interior y te permite avanzar con seguridad, presencia y coherencia emocional.

Sigue nuestra actividad en Instagram.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *