Llegó sin tener muy claro qué iba a encontrarse. Su hermana le había hablado de mí, pero él esperaba encontrar a una persona muy distinta en aspecto, más como una persona que se subía a una escoba y soltaba sortilegios o algo parecido.
En cuanto le vi llegar, sentí su recelo y sentí su profundo miedo a desarrollarse y ser visto, que le perseguía constantemente.
- Recibí información de él
- Sentí sus miedos, anhelos e inquietudes
- Le pregunté si podía decirle lo que iba recibiendo
- Mientras le hablaba él me miraba incrédulo
¿Quién podía haberme dado esa información?
Me centré en preguntarle cómo se sentía y mientras hablaba sentía de donde venía el conflicto que le tenía en este momento crítico en su vida. Rastreé la transgeneracional (los conflictos o temas no resueltos en su árbol genealógico). Vi con qué papel se había identificado y recibí la información de sus registros internos en el que todo venía cuando él tenía 3 años.
Óscar no recordaba ningún episodio que le hubiese marcado, pero mi visión fue clara en esa edad. Sin pretender influir sobre lo que había visto le propuse una relajación para llegar al subconsciente y allí encontrar el momento en el que algo pasó para que se diera la situación actual.
Me sentía solo y quería llamar, sin éxito, la atención de los demás
Su sorpresa fue ver que no era visto por nadie en su familia que su soledad le había hecho inventarse un mundo alternativo y que todo esto influía en el hecho de que llevaba toda la vida sintiéndose inseguro y escondiéndose, pero a su vez intentando llamar la atención de los que le acompañaban, sin éxito
Esto le creaba insatisfacción continua, desconfianza y creer que no merecía lo mejor en la vida.
Celi Lara
Ya teníamos por dónde empezar y solo con el hecho de tomar consciencia de donde venía el conflicto, le ayudo a completar su puzle ya olvidado y a iniciar una mejora que continúa creciendo hasta el punto de haberle cambiado la vida completamente.